REVISTA TEATROS. Especial formación.
Entrevista a Alberto Ammann y Clara Méndez-Leite para Revista Teatros.
Fundadores de la Escuela Para El Arte Del Actor.
1 de Septiembre de 2020
1. Actriz y profesora de actores, actor y músico… Alberto, Clara,¿pueden contarnos uno de sus primeros recuerdos que tengan que ver con la interpretación, con este oficio, con querer dedicarse a ello?
Alberto: mis primeros recuerdos están relacionados con mi primer contacto con el teatro en el jardín de infancia. Toda la primaria seguí teniendo teatro y eran, junto a música, mis asignaturas preferidas. Empecé a verlo como un posible oficio con 17 años que me puse a estudiar.
Clara: nunca he sabido cuándo empecé a querer ser actriz, es algo que viene conmigo desde mis primeros recuerdos. Me viene de cuna, como se suele decir. Nací en una familia de cine y me crié viendo películas y aprendiendo de ellas.
2. Alberto Ammann y Clara Méndez-Leite encabezan el equipo de una escuela especializada en formar actores. ¿Qué diferencias hay entre un actor digamos autodidacta y un actor que se ha formado en una escuela de interpretación? ¿El público puede apreciar esas diferencias, se ve en el trabajo?
Clara: Me surgen dos preguntas, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de actores autodidactas?, porque no es lo mismo ser autodidacta que no formarse y en esta profesión suele confundirse.
En segundo lugar ¿a quiénes llamamos actos o actrices?. Hay quien opina que actor es aquel que trabaja, independientemente de sus destrezas, criterio artístico o formación. En mi opinión lo que define a un actor es el hecho de ser un artista y dominar las destrezas de la disciplina artística de la interpretación y la encarnación, independientemente de tener o no la fortuna de trabajar o cobrar dinero por ello.
Respecto a lo que se puede apreciar en el trabajo, hay actores y actrices con mucha formación que no siempre llegan a dar los mejores resultados, y algunos sin formación que pueden dar buenos resultados. Lo que es poco probable, es que aquellos que no tienen formación puedan dar buenos resultados en una amplia gama de personajes. Hay personas que tienen un talento, fuerza o luz que a veces puede funcionar, pero el talento sin técnica, como en cualquier otra disciplina artística, tiene un camino muy limitado. Siempre hay excepciones y genios, pero me parece peligroso pues en el mundo no hay tantos genios como personas que creen serlo.
Alberto: Quien decide entrar en una escuela creo que busca que le enseñen, que le ayuden a transformarse, busca guía y contención. Quién es autodidacta busca enseñarse, a su manera, pero ayudándose de otros porque leerá, verá interpretaciones y a partir de ahí seguirá buscando y creando. Los que hemos recibido una formación también hacemos eso, pero además buscamos el conocimiento y la experiencia de la mano de otras personas. Son formas y viajes distintos. Pensando en esto vuelvo a la pregunta : ¿Por qué y para qué quieres ser actriz/actor?
3. ¿Qué cualidades, qué herramientas o qué predisposición ha de tener un alumno que quiera entrar a formar parte de la Escuela para el Arte del Actor? ¿Qué tienen que ver Alberto Ammann y Clara Méndez-Leite en cada uno para apostar por ellos?
Clara: En primer lugar una salud psicoemocional suficiente para embarcarse en un viaje seguro. Y en segundo lugar ganas, ilusión, compromiso y voluntad de trabajo, de crecimiento y de aprendizaje. Básicamente lo que buscamos en los aspirantes es que puedan encajar en nuestra escuela, que la puedan aprovechar, disfrutar y crecer.
4. Cuando uno toma la decisión de formarse, de ingresar en una escuela, ¿qué ha de tener en cuenta a la hora de elegir una u otra?
Clara y Alberto: Esto es muy personal, desde luego diríamos que barajar opciones profesionales con la formación más amplia posible. Dentro de esto, las diferentes escuelas ofrecen básicamente técnicas o interpretaciones de técnicas diferentes y visiones diferentes sobre cómo abordar el oficio. Creemos que es fundamental leer los programas de las distintas escuelas, ver con que resuena más cada persona. Por su puesto creemos que hay escuelas mejores que otras, pero sobre todo lo que hay son formas de abordar y entender el trabajo que encajan más con unas personas que con otras.
5. ¿Qué ofrece a un artista, a aquellos que sueñan con formar parte de este oficio o que ya forman parte pero quieren seguir aprendiendo, la Escuela para el Arte del Actor? ¿Qué les diferencia? ¿Cómo sale una persona después de pasar por aquí?
Clara y Alberto: Por un lado nos centramos en ofrecer un encuadre de cuidado, conciencia y respeto para facilitar la libertad de riesgo, de ensayo y error en el juego y la búsqueda creativa.
Por otro lado ampliar la mirada desde el arte y hacia el arte, cultivar el amor por hecho artístico.
Las personas salen con apoyos claros, que conocen y saben utilizar para sostenerse con apertura de corazón y poder empatizar con los personajes, de expresión para que su mensaje llegue al público y de visión para interpretar lo que hay más allá de las palabras.
6. ¿Cómo describirían la línea pedagógica de esta escuela, en qué se diferencia del resto, cuál es el plan de trabajo y las bases en las que se asienta?
Clara y Alberto: La línea pedagógica es la de una formación completa e interdisciplinaria, en la que se entretejen los 3 pilares fundamentales en los que se apoya:
La FCA (Formación Corporal del Actor) que es una formación teórico práctica incluida en las formación integral en la que, además de la parte corporal que se intuye por su nombre, se trabaja con distintas disciplinas artísticas para ampliar y reforzar las herramientas de creación, se estudia el funcionamiento de la estructura corporal para utilizarlo como herramienta de composición de personajes, además de servirnos para apoyarnos como actores o actrices en escena.
EL contexto histórico de nuestro arte y la relevancia de la cultura, a través de asignaturas teóricas con enfoques dinámicos e innovadores para despertar en el alumno/a el amor y la pasión por la cultura, fundamental en la nutrición de actores y actrices para ampliar su lenguaje, sus capacidades de compresión, expresión e imaginación.
Y por último la parte interpretativa, en primera instancia aprender a trabajar la búsqueda en libertad y recuperar la capacidad de juego.
Posteriormente sumar el entrenamiento sobre la técnica y mecánicas del oficio en sus distintas modalidades, que si bien tiene una esencia común, en la práctica requieren de destrezas concretas, para finalmente llegar a un dominio de la técnica que permita utilizarla a favor de la intuición.
7. Todos tenemos un profesor o profesora que nos ha marcado,¿quiénes son los suyos y por qué, qué lección aprendieron de esas personas que ahora tratan de enseñar a sus alumnos?
Clara: Mi primer maestro, la primera persona que me enseñó a amar el teatro y el cine y a mirarlo con un ojo crítico es mi padre, que además de ser mi padre y profesor en la vida también fue mi profesor en la Escuela de Cine.
Raquel Pérez, una de mis primeras profesoras, con quién luego compartí mis primeros años y experiencias en el campo docente y una amistad profunda. Personas clave que por algún motivo siempre están en mis referencias son Verónica Oddó, Fernando Piernas y Consuelo Trujillo.
Finalmente y con gran presencia Antonio Del Olmo, que ha sido uno de los dos maestros fundamentales y más influyentes en el enfoque desde el cual trabajo.
Y muy especialmente Susana Estela que es la otra persona que más ha influido en mi manera de ver, entender y sentir el arte además de en mi vida personal y a quien profeso una gran admiración y cariño.
Alberto: En Córdoba Argentina los dos profesores que más me influyeron fueron Rubén Andalor y Guillermo “Willy” Ianni. Cuando empecé mis estudios en el Seminario Jolie Libois Rubén Andalor fue mi profesor de primer año. Ese primer año
se encendió algo dentro de mi que en su momento supe que era definitivo en mi vida. Un anhelo y un disfrute profundos.
En Segundo año conocí y tuve de profesor a Willy Ianni, y gracias a él entendí al teatro y al arte de la interpretación de manera más profunda y comprometida de la que lo entendía hasta ese momento. Fue un momento muy importante, ya que empecé a preguntarme porqué y para qué ser actor, más allá del “gusto” de querer serlo.
En España conocí y tuve de maestros a Juan Carlos Corazza y en su estudio a Ana Gracia, Rosa Morales y Manuel Morón. Todos ellos han sido una fuente de aprendizaje enorme para mi y muchas de sus enseñanzas viajan conmigo. Todas relacionadas con algo sagrado que tiene este arte.
8. Una última pregunta que tiene que ver con estos meses que hemos vivido de confinamiento… En el caso de que la situación volviese a repetirse, ¿cómo se encararía la formación, de qué forma los alumnos podrían continuar con los cursos?
Clara: Durante estos meses hemos tenido que implementar nuestra creatividad e imaginación para adaptarnos y hemos aprendido mucho. Hemos seguido trabajando online con experiencias sorprendentes y muy positivas llegando a hacer un montaje online y en directo de la muestra de fin de curso que ha sido un proceso de creación muy interesante.
De cara al curso que empieza, hemos desarrollado varios planes de acción para estar preparados sean cuales sean los escenarios posibles.
Estamos trabajando en las medidas que imponen las empresas de prevención de riesgos.
En caso de continuar con una situación similar a la actual de “Nueva normalidad” dado que es una formación de cuatro años, nos permite el margen de modificar temporalmente el plan de estudios cambiando el orden en los cursos en que se imparten algunas de las asignaturas que suponen mayor riesgo. También hay asignaturas que no se ven afectadas en sus contenidos en el formato online e incluso proporciona ventajas.
Una costumbre que hemos tenido siempre en la escuela es dar clases al aire libre, costumbre que mientras el clima lo permita podremos utilizar como recurso para algunas asignaturas.
Si el escenario contemplara otro confinamiento, implementaríamos el plan de estudios online alternativo en el que llevamos tiempo trabajando con la experiencia adquirida.
Una de las características más identitarias de nuestra escuela es una filosofía basada en el cuidado y esta situación la enfocaremos también desde esa mirada.
Entrevista a Alberto Ammann y Clara Méndez-Leite para Revista Teatros.